El viernes 9 de noviembre celebramos la salida nocturna en la playa de Getaria. El tiempo estaba de perros, lloviendo continuamente, pero la mar estaba bien. Participaron en la misma los fotógrafos: Sergio Rodríguez, Félix Aguado, Teresa Santos, Juanjo Lázaro y Michel Ranero, como buceadores y en la logística, Juanma Cousillas y Jesús María Castillo. A pesar del tiempo la visibilidad era buena y se vio bastante vida.
Como de costumbre en estas nocturnas, una vez finalizada la inmersión, “pusimos la mesa”, debido que diluviaba, la instalamos en el túnel que está junto al aparcamiento, y dimos buena cuenta de las tortillas de patata, embutido, etc….
La bebida corrió a cargo Sergio que para eso es “tasquero” y el postre, a cargo de Jesús, que conste que la hizo él mismo el bizcocho con pasas, todo un repostero. Se echó en falta a los vocales de buceo, Borja y Alicia, que estaban convalecientes en casita, debido al “trancazo” que ambos padecían y nos abandonaron a nuestra suerte, por un catarrito de nada.
Ya no hay buceadores como los de antes...
Salida Nocturna en Getaria
El viernes 9 de noviembre celebramos la salida nocturna en la playa de Getaria. El tiempo estaba de perros, lloviendo continuamente, pero la mar estaba bien. Participaron en la misma los fotógrafos: Sergio Rodríguez, Félix Aguado, Teresa Santos, Juanjo Lázaro y Michel Ranero, como buceadores y en la logística, Juanma Cousillas y Jesús María Castillo. A pesar del tiempo la visibilidad era buena y se vio bastante vida.
Como de costumbre en estas nocturnas, una vez finalizada la inmersión, “pusimos la mesa”, debido que diluviaba, la instalamos en el túnel que está junto al aparcamiento, y dimos buena cuenta de las tortillas de patata, embutido, etc….
La bebida corrió a cargo Sergio que para eso es “tasquero” y el postre, a cargo de Jesús, que conste que la hizo él mismo el bizcocho con pasas, todo un repostero. Se echó en falta a los vocales de buceo, Borja y Alicia, que estaban convalecientes en casita, debido al “trancazo” que ambos padecían y nos abandonaron a nuestra suerte, por un catarrito de nada.
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