Escenario: domingo 13 de mayo de este que corre en la bahía de Getaria con Iñaki Bustamante.
Primero entran los simpáticos compañeros fotógrafos y sin quererlo dejan removida toda la arena a su paso con sus voluminosos y pesados equipos. Detrás entramos Iñaki y el que relata la pequeña crónica. Nada más entrar nos topamos con un lenguado grande esperándonos en la arena, seguido de una sepia adulta que venía nadando a reacción y casi se choca contra mi sin inmutarse, se ve que iba concentrada en sus pensamientos de molusco evolucionado. Mas tarde y también en la arena, Anda ¡¡¡ un pez que anda. El compañero que reside en Tolosa y que ha visto cosas raras, sobretodo en carnavales, no daba crédito a lo que estaba viendo.
Era un ejemplar de la familia de los Tríglidos. Los miembros de esta familia de peces son reconocidos por su cabeza maciza protegida por una coraza ósea sólida con los opérculos provistos de fuertes púas. Los tres radios anteriores de las grandes aletas pectorales son libres y digitiformes y están provistos de papilas gustativas en sus extremos. Los tríglidos los emplean a modo de patas para avanzar y para localizar sus presas, (peces, cangrejos y gusanos). Ver andar a un pez por el suelo marino es ciertamente curioso y sorprendente. Además estos peces producen gruñidos sordos mediante la contracción de su vejiga natatoria, (no tuvimos ocasión de escucharlos porque íbamos hablando de nuestras cosas). Creemos que nuestro ejemplar era un rubio, (Aspitrigla obscura), también llamado, perlón. Hasta la próxima. Luis.
Escenario: domingo 13 de mayo de este que corre en la bahía de Getaria con Iñaki Bustamante.
Primero entran los simpáticos compañeros fotógrafos y sin quererlo dejan removida toda la arena a su paso con sus voluminosos y pesados equipos. Detrás entramos Iñaki y el que relata la pequeña crónica. Nada más entrar nos topamos con un lenguado grande esperándonos en la arena, seguido de una sepia adulta que venía nadando a reacción y casi se choca contra mi sin inmutarse, se ve que iba concentrada en sus pensamientos de molusco evolucionado. Mas tarde y también en la arena, Anda ¡¡¡ un pez que anda. El compañero que reside en Tolosa y que ha visto cosas raras, sobretodo en carnavales, no daba crédito a lo que estaba viendo.
Era un ejemplar de la familia de los Tríglidos. Los miembros de esta familia de peces son reconocidos por su cabeza maciza protegida por una coraza ósea sólida con los opérculos provistos de fuertes púas. Los tres radios anteriores de las grandes aletas pectorales son libres y digitiformes y están provistos de papilas gustativas en sus extremos. Los tríglidos los emplean a modo de patas para avanzar y para localizar sus presas, (peces, cangrejos y gusanos). Ver andar a un pez por el suelo marino es ciertamente curioso y sorprendente. Además estos peces producen gruñidos sordos mediante la contracción de su vejiga natatoria, (no tuvimos ocasión de escucharlos porque íbamos hablando de nuestras cosas). Creemos que nuestro ejemplar era un rubio, (Aspitrigla obscura), también llamado, perlón. Hasta la próxima. Luis.
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