El pasado sábado 8 de septiembre fuimos a bucear a Bermeo, en la embarcación de Unai. La primera inmersión fue en el pecio Mina Mari, y la segunda en la roca de Potorroarri. Tuvimos mucha suerte con el tiempo y el estado del mar: sol y mar calma.
En esas condiciones el Mina Mari nunca decepciona. Unai fondeó exactamente sobre el pecio, y pudimos dedicar todo el tiempo de fondo a recorrer los restos del barco y disfrutar de la vida que lo habita. A título anecdótico, en superficie el agua estaba a 21ºC y en el descenso y fondo se alcanzaron los 14ºC. De esa forma, el ascender fue como entrar en una piscina de agua caliente.
La inmersión en Potorroarri fue tranquila y relajada, dedicada especialmene a la vida macro.
Tras las inmersiones, fuimos a comer a un merendero próximo con vistas sobre el mar. Ahí dimos buena cuenta de los taper mientras comentábamos la jornada.
En resumen, un agradable día de buceo. No te pierdas el próximo.
El pasado sábado 8 de septiembre fuimos a bucear a Bermeo, en la embarcación de Unai. La primera inmersión fue en el pecio Mina Mari, y la segunda en la roca de Potorroarri. Tuvimos mucha suerte con el tiempo y el estado del mar: sol y mar calma.
En esas condiciones el Mina Mari nunca decepciona. Unai fondeó exactamente sobre el pecio, y pudimos dedicar todo el tiempo de fondo a recorrer los restos del barco y disfrutar de la vida que lo habita. A título anecdótico, en superficie el agua estaba a 21ºC y en el descenso y fondo se alcanzaron los 14ºC. De esa forma, el ascender fue como entrar en una piscina de agua caliente.
La inmersión en Potorroarri fue tranquila y relajada, dedicada especialmene a la vida macro.
Tras las inmersiones, fuimos a comer a un merendero próximo con vistas sobre el mar. Ahí dimos buena cuenta de los taper mientras comentábamos la jornada.
En resumen, un agradable día de buceo. No te pierdas el próximo.
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