El pasado sábado 7 fuimos a bucear a Getaria. Tuvimos sol y mar calma, aunque visibilidad escasa.
Nuestro amigo Mikel protagonizó la anécdota de la jornada. Iba a probar un traje seco, y al entrar en el agua comentó que tenía frío, que para futuras ocasiones tendría que ponerse más ropa de abrigo debajo. Realizamos la inmersión con normalidad (aparente), hasta el minuto 40 en el que Mikel indicó que tenía mucho frío, y volvimos. Hicimos el retorno a buena velocidad, y en el minuto 48 salimos por la playa. En ese momento, con Mikel más azul que su propio traje ¿seco?, descubrimos que NO SE HABÍA CERRADO LA CREMALLERA DEL TRAJE.
Resulta que se hizo 48 minutos de inmersión en agua a 13 ºC con la cremallera abierta. Y sólo comentó al entrar que notaba algo de frío ... ni que fuera del mismo Bilbao. En esa inmersión ha rentabilizado sus muchos años de experiencia surfera, con horas y horas de frío cogiendo olas.
Vamos a intentar ficharle para que se presente por Subacuáticas al próximo certamen IRON MAN.
Hay que reconocer que, como las malas personas que somos, sufrimos varios incontrolados ataques de risa, sólo interrumpidos para comentar la jugada tanto en persona como por teléfono (ponerlo en Internet nos llevó algo más de tiempo). Especialmente en el momento en el que hubo de tumbarse en la arena mientras le levantábamos de las piernas, para desalojar el agua acumulada ...
No pasó nada que una buena ducha y limpieza de equipo en el Club, acompañados de un aperitivo que terminó en comida, no pudieran curar.
El pasado sábado 7 fuimos a bucear a Getaria. Tuvimos sol y mar calma, aunque visibilidad escasa.
Nuestro amigo Mikel protagonizó la anécdota de la jornada. Iba a probar un traje seco, y al entrar en el agua comentó que tenía frío, que para futuras ocasiones tendría que ponerse más ropa de abrigo debajo. Realizamos la inmersión con normalidad (aparente), hasta el minuto 40 en el que Mikel indicó que tenía mucho frío, y volvimos. Hicimos el retorno a buena velocidad, y en el minuto 48 salimos por la playa. En ese momento, con Mikel más azul que su propio traje ¿seco?, descubrimos que NO SE HABÍA CERRADO LA CREMALLERA DEL TRAJE.
Resulta que se hizo 48 minutos de inmersión en agua a 13 ºC con la cremallera abierta. Y sólo comentó al entrar que notaba algo de frío ... ni que fuera del mismo Bilbao. En esa inmersión ha rentabilizado sus muchos años de experiencia surfera, con horas y horas de frío cogiendo olas.
Vamos a intentar ficharle para que se presente por Subacuáticas al próximo certamen IRON MAN.
Hay que reconocer que, como las malas personas que somos, sufrimos varios incontrolados ataques de risa, sólo interrumpidos para comentar la jugada tanto en persona como por teléfono (ponerlo en Internet nos llevó algo más de tiempo). Especialmente en el momento en el que hubo de tumbarse en la arena mientras le levantábamos de las piernas, para desalojar el agua acumulada ...
No pasó nada que una buena ducha y limpieza de equipo en el Club, acompañados de un aperitivo que terminó en comida, no pudieran curar.
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