Tirando de etimología casera el bogavante bien podría significar remar hacia adelante, en latín Homarus gammarus, homard en francés, abakantoa en euskara aunque aquí se le ha llamado toda la vida misera.
Debido a su caparazón duro, pero flexible (crusta en latino) el bogavante ha sido clasificado como crustáceo. Sus diez patas, incluyendo ambas patas que llevan las pinzas, explican que esté clasificado en el orden decápodo (« diez pies » en griego). El nombre de su sub-clase Malacostraca significa que su exoesqueleto es más flexible que aquellos de los moluscos que tienen una cáscara a veces muy sólida pero siempre quebradiza.
Para entendernos es un animal crustáceo, decápodo y macruro o de largo abdomen.
Wikipedia nos cuenta que está representado y descrito desde la antigüedad en Europa. Ha sido utilizado de manera medicinal en la Edad Media y en el Renacimiento. Tostado y reducido en polvo luego disuelto en vino, ha servido para tratar diversas enfermedades urinarias y como purga de cálculos renales. Su carne ha sido considerada como diurética, su gastrolito (una masa rica en calcio que se encuentra en el estómago de los bogavantes que se preparan a cambiar) utilizado para tratar las inflamaciones oculares y como un remedio para dolores de estómago y epilepsia.
Nuestro ejemplar, de vacaciones en Getaria, nos cuenta Luís Martínez, nos susurró el otro día que no le importaría prestarse como imagen corporativa para aparecer en el escudo de Subacuáticas, como única condición, nos dijo, siempre y cuando fuera adoptado bajo el nombre de “Tenazitas”.
Tirando de etimología casera el bogavante bien podría significar remar hacia adelante, en latín Homarus gammarus, homard en francés, abakantoa en euskara aunque aquí se le ha llamado toda la vida misera.
Debido a su caparazón duro, pero flexible (crusta en latino) el bogavante ha sido clasificado como crustáceo. Sus diez patas, incluyendo ambas patas que llevan las pinzas, explican que esté clasificado en el orden decápodo (« diez pies » en griego). El nombre de su sub-clase Malacostraca significa que su exoesqueleto es más flexible que aquellos de los moluscos que tienen una cáscara a veces muy sólida pero siempre quebradiza.
Para entendernos es un animal crustáceo, decápodo y macruro o de largo abdomen.
Wikipedia nos cuenta que está representado y descrito desde la antigüedad en Europa. Ha sido utilizado de manera medicinal en la Edad Media y en el Renacimiento. Tostado y reducido en polvo luego disuelto en vino, ha servido para tratar diversas enfermedades urinarias y como purga de cálculos renales. Su carne ha sido considerada como diurética, su gastrolito (una masa rica en calcio que se encuentra en el estómago de los bogavantes que se preparan a cambiar) utilizado para tratar las inflamaciones oculares y como un remedio para dolores de estómago y epilepsia.
Nuestro ejemplar, de vacaciones en Getaria, nos cuenta Luís Martínez, nos susurró el otro día que no le importaría prestarse como imagen corporativa para aparecer en el escudo de Subacuáticas, como única condición, nos dijo, siempre y cuando fuera adoptado bajo el nombre de “Tenazitas”.
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